5 feb 2016

Ampollas de proteoglicanos: ¿por qué gustan tanto?



Las ampollas de proteoglicanos son de esos productos que una vez que los pruebas no los dejas de utilizar. Habrá épocas en las que descanses pero lo más seguro es que vuelvas a los proteoglicanos porque los resultados son sorprendentes.

Gustan tanto porque son productos sumamente eficaces y por sus efectos a corto y largo plazo. Nada más aplicártelos notas ese efecto “buena cara” ya que aportan tersura, luminosidad, hidratación y confort a la piel. Si los utilizas como tratamiento continuado observarás cómo las arrugas se van corrigiendo, la piel está más firme, aumentan los niveles de hidratación y se repara el daño solar.


Existen distintos tipos de ampollas de proteoglicanos. La composición no es la misma en todos los casos. Sí tienen en común que todas incorporan proteoglicanos pero según se quiera una acción más antioxidante, reparadora del fotoenvejecimiento o preventiva incorporan unos activos u otros.

Es común a todos los tipos de ampollas de proteoglicanos el tener una textura fluida y fácil extensibilidad. El color puede variar desde ser transparente hasta ligeramente blanquecino.

El tamaño de la ampolla es de 2ml y cunden una barbaridad. Con una ampolla tienes para 2 veces o incluso para 3, aunque lo que se recomienda es que se utilicen cómo máximo las 24 horas siguientes una vez abiertas. Y es que hay algunos activos, como la vitamina C, que se oxidan y pierden eficacia. Cuando la abras tápala bien y procura que no le de la luz solar (aunque el envase sea color topacio)

¿Cómo utilizarlos? Se aplican sobre la piel limpia. A continuación puedes aplicar tu tratamiento habitual o directamente la protección solar. Y después se aplicaría el maquillaje.

Pensar en ampollas de proteoglicanos es pensar en Martiderm, aunque hay más laboratorios que las tienen, como es el caso de Be+.


¿Las has probado alguna vez? ¿Qué te han parecido?

4 comentarios:

  1. felicidades irene me gusta esta informacion

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  2. Querida Irene: Soy un niño de seis años. Mirando la propaganda de encima de la mesa, veo ésto de Ampollas de Proteoglicanos. Me sonó raro, pero cuando leí que se notaba enseguida el efecto de "buena cara" me tomé una entera que tenía mamá en la cocina. El sabor es guay- Como soy muy vago para leer, no hice más caso, pero al rato, seguí leyendo y ¡oh sorpresa! eran para dárselo en la cara. Es que mis papás tienen la manía de que yo tengo muy mala cara y estoy harto. Por fin, me he dado la mitad de otra en la cara. No creo que sean malas para mi salud. Eso sí, he notado un poquito de diarrea, pero la cara se me ha puesto como un melocotón ¿Qué hago, Irene? -Nada, precioso. No tomes nunca ninguna cosa sin saber lo que es, ¿vale? Ahora tómate un buen vaso de leche y reposa tranquilo hasta mañana. Mejor, vete a la cama sin cenar. ¿que eres comilón? ¡Ah, lo siento!

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  3. Maribel!! Tus cuentos nos sacan siempre una sonrisa :))!!
    Un beso y espero que vayas mucho mejor!

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